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un escepticismo que anima
al cuerpo con vehemencia
incluso a saltar de la isla al mar
y del mar adelante, tras la niebla,
sobre la víspera de lo seguro:
nadie confía en ganar ni teme perder,
nadie prefiere perder ni se dejará abatir,
quizá olviden nuestros nombres pronto
pero es difícil olvidar el sonido
de los combates, la viveza de los rebeldes
mientras en dura desventaja siguen
y siguen saltando hacia adelante,
hasta ponerse al filo del abismo
para gritar aún con más braveza
- libertad o muerte.
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Víktor Gómez
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Estamos piratas, últimamente. Gran poema, Vik. Besos
ResponderEliminarIgualmente, y tremenda composición la de la imagen con el poema.
ResponderEliminarHola, compas. Pues la verdad, ni sé como me dió la pájara con éste texto. Brotó solito, me abordo sin tiempo a reaccionar.
ResponderEliminarArriba la bandera pirata...
besos y abrazos indiscriminadamente
Vik